dijous, 7 d’octubre del 2010

El regreso a casa


Ahora que esta ya todo un poco más calmado supongo que ya va siendo hora de escribir el último post de este viaje.

Ayer fue un día muy largo, en todos los sentidos. Resumiendo lo mucho, no íbamos muy sobrados de tiempo al salir del hotel, pero encima la liamos al cojer el tren de Ueno hacia Narita... Total que perdimos el avión.

No veas que divertido fue dar vueltas por el aeropuerto con una mochila de 13 kilos y una maleta de 25 más las bolsas de plástico, más una mascara de Sogeking xd, iendo de compañía en compañia buscando plazas libres para volver a españa.

El de british no salia hasta el día siguiente (24 horas en el aeropuerto sin comida ni dinero..) el de air Italia valía 1600 €, ídem por el de Air France, etc, etc...

Al final preguntamos en Luftansa donde unas azafatas muy amables nos dijeron que quizás tenian plazas, pero que por si acaso que fuésemos trayendo las maletas al mostrador ya que el avion salia en 10 minutos... nos dieron el precio más barato hasta la fecha (aún así un pastón) y aceptamos. Se pusieron a hacer las facturas, mientras otras facturaban las maletas y revisaban pasaportes y demás.
Tuvimos problemas con las targetas de crédito cuando faltaba por pagar mi billete por lo que nos propusieron que cojieran el avión mis 2 compañeros y me quedase yo allí (ya que no había tiempo)... al final combinando la tarjeta de Gabri y la 2a Visa de Isma se pudo pagar y empezó OTRA carrera.

Esta vez eramos nosotros 3 más 3 azafatas corriendo por los pasillos de Narita (un buen cacho) hasta el avión... Tengo que reconozer que correr con sobrepeso en la espalda no es fácil, pero correr aguantándose los pantalones con un pulgar (porque al pasar el control a toda prisa no me volví a poner el cinturon), teniendo ambas manos ocupadas por bolsas y la mascara de Sogeking, es aún más complicado.

El enfado de los pasajeros (hicimos que se retrasara el vuelo) supongo que se les paso un poco al ver a 3 Gaijins sudando y uno con los pantalones a medio culo haciendo equilibrios con bolsas y mochilas.. El japones que tenia a mi lado me preguntó si estaba bien, después de embutir. milagrosamente, todo en los compartimentos superiores. Una azafata nos trajo un baso de agua.

11 horas y 5 películas después llegábamos a Munich. Todo muy bonito y tal (el aeropuerto básicamente). Hacia allí una niebla de la ostia. Compré un par de recuerdos para hacer la gracia y hacia Barcelona.

En fin, ha costado, pero aquí estamos. Ahora tocara hacer sitio a todo lo comprado, recuperarse física y económicamente y de vuelta a la rutina..

1 comentari:

ifrit ha dit...

Correr por los aeropuertos aguantándose los pantalones es un clásico :D

Al final me temía lo peor y que el que escribe se quedaba en tierra XD

Así más anécdotas para contar y completar el diario del viaje ;)

Ahora sólo falta una gran foto con todo lo que habeis "saqueado" :)